Es el registro de la actividad eléctrica cerebral que nos ayuda a valorar cualquier alteración en la misma. Se realiza mediante unos electrodos en el cuero cabelludo que recogen los diferentes ritmos eléctricos cerebrales, en reposo y bajo determinados estímulos. Está automáticamente sincronizado el vídeo con el registro electro-encefalográfico para evaluar eventos clínicos con los eléctricos ante una eventual crisis.
¿Para qué está indicada esta prueba?
Cuenta con múltiples aplicaciones, ya que aporta información objetiva y con alta resolución temporal sobre el estado de la actividad eléctrica cerebral.
Permite detectar anomalías de la actividad eléctrica cerebral, típicas de alteraciones que afectan al sistema nervioso tanto en enfermedades neurológicas, neuroquirúrgicas como psiquiátricas.
Se emplea para el diagnóstico de problemas del sueño, migraña, demencias, epilepsia entre otras.
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